viernes, 9 de enero de 2009

Alas, las que prefieras vestir

Alas de Colibrí, de Paloma Mensajera, de Aguila Real
Alas, las que prefieras vestir
De quita y pon, permanentes o circunstanciales
Porque hoy te regalo unas alas, esperando que mañana te las regales tú.

Desperezas la mañana con un buen abrir de brazos,
subes la persiana y se cuela la luz del día,
esta vez salpicado por copos blancos,
miras al horizonte, al cielo, a la gente,
a las ramas de los árboles que se espigan buscando espacio.

Abres el amario y
Eliges unas alas para disfrutar el día,
Las que más te apetezcan...

Alas sosegadas para disfrutar de un día descansando,
Alas aventureras para investigar deseos,
Alas atrevidas para bailar al compás de los impulsos,
Alas parlanchinas para abrirte a los otros desconocidos

Las eliges informales, arregladas, vaporosas
Las eliges suaves e investigadoras

y las pones en la espalda para subir a visitar a las nubes
o en los pies cual alfombra mágica
o en las manos para acariciar rostros dormidos

o las pones en los ojos abiertos, imagina que potencian tu mirada
y consigues mirar mas allá de lo que normalmente ves,
que traspasas lo inimaginable, edificios, tierra y te cuelas al otro lado del mundo, que alcanzas las estrellas con la punta de tus dedos
y que traspasan miradas y penetran en corazones.

Alas en los ojos, y esta vez los cierras con intensidad,
sientes la plumas en los párpados y en la mejillas
y vuelas hacia tu interior.

Te preguntas,
te intentas responder,
los abres con un suave aleteo y ahora ves y despacito
vuelves a cerrar y a navegar.

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