Todo recipiente contiene lo que lleva en su interior
y puede llegar a derramar su mismo contenido.
Es obvio, ¿verdad?
Si extrapolamos este
símil al ser humano,
consideremos a éste como un gran contenedor
en cuyo interior posee pensamientos
y su punto por el que derrama su contenido al exterior
es la
expresión verbal y las acciones.
Su contenido esta formado por su
corazón y su cabeza,
canalizados ambos por la mente
y controlada ésta por el ser que se es.
Todo lo que nos rodea: la familia, los amigos, el entorno en el que vivimos, la sociedad en la que nos educamos, los medios de
comunicación, lo que leemos, nuestros intereses personales ... forma parte de nuestra esencia, modela nuestros
comportamientos y rellena lo que somos como contenido.
Cuando abrimos la boca para expresar,
es como si nuestro ser interior se estuviese manifestando
empleando cada
centímetro de las palabras utilizadas
y al mismo tiempo,
esas palabras pasasen a formar parte de cada recoveco que nos rodea,
invadiéndolo y
penetrándolo,
especialmente si estamos expresando sentimientos, opiniones, juicios
o cualquier reflexión que llevemos dentro.
Así podríamos definir el Karma(Origen Sánscrito:La acción de la voluntad por medio del ejercicio del pensamiento)como la ley de CAUSALIDAD (de causa y efecto) que dice que
según pensemos y actuemos, así viviremos. Cosechamos lo que sembramos. Karma, pues, significa compensación equilibrada, ajustada matemáticamente a su causa motivadora.Todo aquello que sembramos va formando parte de la mochila que nos acompaña en el camino.
La calidad del contenido de esta mochila puede ser excelente si se practica y asimila
una forma de vida basada en el Pensamiento puro y positivo, la
comunicación verbal pura y positiva y la
acción pura y positiva, respetando la coherencia entre cada una de las partes.
Positividad y pureza en silencios, en
espíritu, de
corazón, al hablar, al actuar y al
sociabilizarnos.
Positividad integra al 100%, un proceso consciente que comienza en el interior de nuestro ser y se expande a cada rincón que habitamos.
Los seres humanos somos por fuera lo que contenemos por dentro,
Es obvio, ¿Verdad?
El ser conscientes de ello enfoca el día a día en conseguir superación personal
y un entorno más humano donde se respete
a los conocidos y
desconocidos y al medio ambiente
desde el respeto y el cariño.